Dicen que no se puede juzgar un libro por su portada. Pero el sistema inmunitario humano hace exactamente eso cuando se trata de encontrar y atacar microbios dañinos como el coronavirus. Se basa en ser capaz de reconocer intrusos extraños y generar anticuerpos para destruirlos. Desafortunadamente, el coronavirus usa una capa azucarada de moléculas llamadas glicanos para camuflarse como inofensivo ante los anticuerpos defensores.
Simulaciones en la supercomputadora Frontera, financiada por la Fundación Nacional de Ciencias (NSF) en el Centro de Computación Avanzada de Texas (TACC) han revelado la composición atómica del escudo azucarado del coronavirus. Además, la simulación y el modelado muestran que los glicanos también preparan al coronavirus para la infección al cambiar la forma de su proteína espiga. Los científicos esperan que esta investigación básica se sume al arsenal de conocimiento necesario para derrotar al virus COVID-19.
Las moléculas similares al azúcar llamadas glicanos cubren cada una de las 65 proteínas de pico que adornan el coronavirus. Los glicanos representan alrededor del 40 por ciento de la proteína espiga en peso. Las proteínas de pico son críticas para la infección celular porque se adhieren a la superficie celular y permiten que el virus ingrese a la célula.
"Realmente se ve cuán efectivo es su escudo de glucano", dijo Rommie Amaro, profesora de química y bioquímica en la Universidad de California en San Diego. "Eso se debe a que se pueden ver los glicanos que cubren la superficie de la proteína espiga viral, que es la parte más expuesta y la parte responsable de la infección inicial en la célula humana", dijo.
Crédito: Jorge Salazar, Texas Advanced Computing Center